10 errores al enviar tu CV
Los traductores jurados o agencias de traducción jurada recibimos a diario toneladas de correos electrónicos de candidatos que desean trabajar con nosotros. El problema es que la mayoría de ellos acaban en la papelera de reciclaje por diversos motivos. ¿Sabes lo que NO debes hacer si eres traductor jurado o traductor no jurado y deseas trabajar con profesionales del sector? En este artículo sobre los 10 errores al enviar tu CV te damos algunas pistas para ayudarte a incrementar tu cartera de clientes, sumar experiencias a tu currículo o dar a conocer tu trabajo.
Los 10 errores al enviar tu CV son:
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No personalizar
Quizás uno de los aspectos más importantes a la hora de ponerte en contacto con potenciales clientes o empleadores para trabajar como traductor o traductor jurado sea precisamente la falta de personalización de los correos electrónicos o material enviado. Desde el “A quien corresponda”, pasando por el undisclosed recipients, a la lluvia de currículos de idiomas con los que no trabajamos, la personalización es una de las cosas más importantes a las que se debe prestar atención.
Recibimos a diario decenas de correos de traductores de todo tipo de idiomas con los que no trabajamos ni trabajaremos nunca o campos técnicos que no tienen nada que ver con los nuestros. Aunque esto particularmente lo trataremos en el último punto (el número 10).
No creas que la velocidad a la hora de ponerte en contacto con varios traductores jurados o agencias va a traerte buenos resultados. Si envías correos electrónicos masivos a muchos destinatarios, quedarás muy mal. Si envías esos correos a muchos destinatarios pero los ocultas en copia, eso tampoco funciona. Aunque te lleve más tiempo, escribe uno a uno. Yo no soy aquel señor o señora, ni soy a quien corresponda, ni soy estimado equipo.
Y entonces, ¿cómo averiguo a quién escribir?
Si escribes a una empresa o a un traductor y no sabes quién es, averígualo. Le pides a esa persona que dedique unos minutos a ti, por lo que lo más justo es que dediques unos minutos a esa persona o empresa también, ¿no te parece? Es posible que no sepas a quién dirigirte, pero hay muchas formas de evitar el temido “A quien corresponda” o “Al responsable de RR.HH.” o “Estimado Sr. o Sra.”.
Lo primero es que leas la web de dicha empresa o traductor jurado. Normalmente descubrirás datos importantes para mandar tu candidatura e incluso sepas quiénes están detrás de los monitores. En el peor de los casos, si no lo averiguas, puedes hacer un WhoIs para ver si sus datos aparecen como registradores de la página web. También puedes buscar el nombre de la empresa para ver si hay foros, LinkedIn, Facebook, etc. Es posible que descubras quiénes son sus responsables. Si no es así, al menos personaliza con el nombre de la empresa o del traductor e intenta demostrar que has leído la web (menciona algo que hayas leído allí, algo que sea único o personal de esa página, etc.).
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Precio bajo
Es habitual pensar que los traductores jurados o las empresas de traducción estamos a la caza de traductores baratos con los precios más bajos posibles. GRAVE ERROR. Personalmente, eliminamos de inmediato cualquier candidatura o mensaje en el que nos ofrecen precios ridículos o que no permiten vivir con un mínimo de dignidad. He llegado a recibir correos de traductores jurados regalándose por 1 o 2 céntimos la palabra. Este tipo de mensajes se asemeja a salir un sábado a la noche a buscar pareja diciendo a todas las personas que nos gusten “¿Quieres ser mi novio/a?”. La respuesta será siempre no, ya que se huele la desesperación. Por otro lado, incluso aunque esa persona pueda llegar a ser un buen profesional, posiblemente deba trabajar 20 horas al día para poder pagarse el alquiler. De esta manera, la calidad de su trabajo o el tiempo que pueda dedicar a nuestros proyectos no será lo que esperamos.
¿Cuánto vales?
Hazte valer, sin pasarte y sin enviar un mensaje soberbio, pero hazte valer. Estudia las tarifas que esa agencia o autónomo ofrece a sus clientes de traducción jurada (o de traducción normal, que es perfectamente aplicable) y ofrece una tarifa acorde a lo que crees que debe poner dicha agencia o traductor como valor añadido a tu trabajo (revisión y gestión del proyecto, como mínimo). Si ves que ofrecen una tarifa muy baja a sus clientes, quizás debas plantearte si vale la pena trabajar con ellos o no perder el tiempo y seguir de largo hasta la próxima oportunidad.
En nuestra opinión personal, las agencias o empresas que peor pagan también suelen tener problemas para pagar las facturas fuera de plazo. Si esto te suena, no olvides visitar nuestro artículo sobre cómo conseguir que te paguen tus trabajos de traductor.
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Faltas de ortografía y errores de gramática
Puede parecer absurdo que una de las recomendaciones sea no escribir con faltas de ortografía ni errores de gramática, ya que estamos hablando de traductores y profesionales de la lengua. Pero es mucho más habitual de lo que uno podría esperar. Demasiado habitual.
“Estimados señores,”, “traductora jurado”, currículos en Word llenos de tabulaciones o simplemente espacios (infinitos espacios), sangrías no alineadas, varias tipografías (y una más horrible que la otra)… Lo mínimo al enviar tu carta de presentación y tu currículo es que pases el corrector ortográfico. Si no lo pasas, ¿qué podemos esperar los traductores jurados de ti como profesional?
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Modelo de CV desordenado, confuso o problemático
Este punto tal vez sea un poco más subjetivo y personal. Hay errores que son imperdonables a la hora de enviar un currículo. Uno de ellos es enviarlo en formato Word (u otro formato editable o algún formato extraño, tipo JPG). Primero, porque podemos ver lo que comentaba antes, las tabulaciones o espacios que hayas usado para armar tu formato, lo que demostraría que no sabes usar tablas ni dar formato en Word. Y segundo porque es un formato pesado, lento e incómodo en comparación con el PDF. De más está decir que ni se te debe ocurrir mandar archivos Flash, presentaciones de PowerPoint ni ningún tipo de formato ejecutable.
Estructura del curriculum
La estructura del CV debería ser la típica del país o región al que dirijas el mensaje. Si escribes a Estados Unidos, hacer lo mismo que los estadounidenses podrá ayudar a camuflarte y no destacar precisamente por lo malo (decir, no saber adaptar tu texto al público de destino). Si escribes a España, lo mismo. Esto exige que dediques tiempo a investigar cómo debes hacerlo, pero nuevamente, si no dedicas unos minutos a hacer que te quieran conocer, ¿por qué alguien debería dedicar su tiempo a leer lo que le mandes? Donde fueres, haz lo que vieres.
Hay muchas páginas web en las que podrás descargar modelos o ejemplos, por lo que en apenas cinco o diez minutos deberías haber solucionado este problema, si es que lo tienes. También puedes consultar con compañeros traductores jurados que tengan experiencia o buenos resultados.
También tienes la opción del Europass. Puedes crearlo en línea. Es una opción bastante utilizada, aunque dependiendo de tu experiencia y lo que busques puede ser que te convenga o no. Si tienes poca trayectoria, pero quieres mostrar un perfil limpio y ordenado, me parece personalmente una buena idea. Si tienes mucha experiencia como traductor y necesitas espacio y tu propio formato para comentar tus puntos fuertes, seguramente tengas otras opciones mejores.
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No incluir tu foto
En esta sociedad obsesionada con lo políticamente correcto, el tema de la foto puede parecer algo del pasado, algo a lo que no deberíamos prestar atención. La cruda realidad es que la foto suele ayudar bastante. Pero ojo, no se trata de poner cualquier foto o de ser George Clooney o Scarlett Johansson. Una BUENA foto demuestra que te has tomado tiempo para hacerla, que te tomas en serio la búsqueda de empleo, que tienes unas mínimas capacidades estéticas y que eres una persona que se preocupa por la impresión que causa a los demás. Aquí no estoy para filosofar acerca de lo justo o injusto de mandar un currículo con foto, sino para darte un consejo que te sirva para conseguir clientes o trabajo en el mundo de la traducción o de la traducción jurada. Deja la filosofía y lo políticamente correcto para cuando no te juegues un plato de comida en la mesa. De la misma manera que lo que mejor funciona es el boca a boca y las recomendaciones personales, en esto pasa exactamente lo mismo. Si no sabes sacarte fotos o no tienes a nadie que pueda hacerlo, lo mejor es que acudas a un profesional. Pero no te pases, no subas una foto de estudio en un columpio con el viento y las hojas volando. Tampoco creas que eres feo o fea. No estamos hablando de resultar atractivos. Estamos hablando de dar una impresión de persona seria, aseada, que se sabe vestir. No importan tus kilos ni tus cicatrices ni tu estilo de corte de pelo. Puedes ser punk e igualmente puedes mandar una buena foto. Lo que importa es la impresión de que eres profesional de la traducción. Estás poniéndote en contacto con traductores jurados o agencias de traducción, no con Ralph Lauren ni agencias de moda.
Y recuerda: totalmente prohibidas fotos de tu Facebook con tus amigos que recortas para sacar solo tu cara, pero se ve una copa, una luz de discoteca, el brazo de algún amigo, tu gato, etc.
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Correo electrónico informal
Estás escribiendo para conseguir clientes o trabajo. Los traductores jurados o agencias que reciban tu mensaje son gente que suele tener una agenda apretada y que recibe al menos 15 o 30 mensajes similares al tuyo al día. No debes irte a ningún extremo: ni intentar sonar como su mejor amigo, ni sonar como Garcilaso de la Vega. Sé escueto, pero que no falte nada importante. Usa muchas palabras clave, cuida tu ortografía. Destaca lo más importante.
Puedes empezar por crearte una dirección de correo electrónico un poco más profesional. No escribas desde tu cuenta toytoloca2008@hotmail.com ni atleti_mi_pasion@yahoo.es. Sí, queda mal. Muy mal. Esto también es importante cuando consigues tu título de traductor jurado y das tu dirección de correo electrónico para figurar en la lista del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Si puedes, hazte una página web como traductor profesional. Puede ser simple, pero que se vea profesional, no una hecha en Frontpage 98 ni con gatitos que persiguen la flecha del ratón. Invita al receptor del mensaje a visitar tus páginas personales, profesionales o en redes sociales si quieres, pero antes prepárate para recibir visitas. Que tu perfil público sea apto para cualquiera. Lo que no, lo pones en privado.
Lo que solemos recibir difiere bastante de lo que acabo de mencionar. Mensajes en los que se nos cuenta la vida privada como si fuésemos un amigo al que no ven hace tiempo, desorden a la hora de explicar ideas, hablar de más, enlaces a Instagram con fotos de las últimas borracheras, etc.
Algunos ejemplos de comentarios que se deben evitar a toda costa.
- Después de años sin poder dedicarme a la traducción jurada por un accidente que no me permitió ser traductora…
- Soy el mejor de todos los traductores jurados.
- He tenido problemas con algunas agencias de traducción y estoy buscando alguna que de verdad me aprecie como profesional…
- Acabo de empezar como traductor jurado y no tengo experiencia…
Todas estas explicaciones sobran. No te menosprecies ni saques conclusiones. Aporta datos objetivos y deja que el receptor del mensaje saque conclusiones.
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Añadir a Linkedin o Facebook o Instagram sin mensaje de presentación
Este es otro de los 10 errores al enviar tu CV, y también uno de los más comunes en esta era digital de las redes sociales. Haces todo bien, sabes investigar, buscas quién está detrás de cierta empresa o conoces esa traductora tan mediática y simpática en un foro o en una conferencia y vas y la añades a LinkedIn, Facebook o Instagram sin presentarte ni recordarle ni decirle quién eres y por qué la añades. Si bien es posible que te hayas cruzado e incluso intercambiado palabras con esa persona, también es probable que no se acuerde de ti, ya que seguramente haya hablado con mucha gente después. No te cuesta nada agregar a alguien y escribirle un mensaje indicándole por qué la agregas, por qué te parece que debe aceptarte y qué ofreces. No te explayes ni suenes como un acosador o un fan, ya que eres un profesional y, si bien puedes tener menos experiencia o menos visibilidad, no eres inferior a nadie ni debes mendigar la atención de nadie. Por último, sobra decirlo, pero no uses tus contactos profesionales como un Tinder laboral. Los traductores jurados están en las redes para trabajar, no para ligar (o eso se espera).
Añade El Blog del Traductor Jurado a LinkedIn
Añade El Blog del Traductor Jurado a Instagram
Añade El Blog del Traductor Jurado a Facebook
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Menospreciarse y estar siempre disponible
Este punto guarda relación con algunos de los anteriores, pero merece un apartado exclusivo para desarrollar el tema. Al menos la mitad de los correos recibidos vienen con algún menosprecio propio o señal de disponibilidad absoluta.
Menospreciarte es aportar tu juicio subjetivo sobre ti mismo y creer que generarás lástima o pena en el receptor del mensaje. Lo que acabarás encontrándote será lo peor de lo peor, aquellas personas que se aprovecharán de tu desesperación para explotarte y dejarte con un plumero en la mano y cara de oca. Si bien algunos se pasan con sus faltas de humildad, intenta ser justo, reconocer tus puntos fuertes, explayarte sobre ellos, minimizar aquello en lo que flojees. Acepta tus límites, pero muéstrate dispuesto a aprender y dedicar horas.
Haré lo que quieras, cuando quieras
Otro de los puntos conflictivos en los mensajes es la plena disponibilidad de los traductores jurados que nos escriben (o traductores no jurados que quieren colaborar). Todo trabajador que se precie debe descansar. No hay vuelta que darle. Si trabajas 7 días a la semana, al final acabarás reventando de estrés, cansancio, hartazgo o una combinación de todo. Es normal hacer más esfuerzos cuando no tienes experiencia, pero créeme, trabajas mejor si te tomas unos descansos, si haces deporte y si tienes vida social. Si trabajas de sol a sol y vives para complacer a quienes te contratan, ya sea como traductor (jurado) o interno en una empresa, no eres un empleado ni un traductor, eres un esclavo. La actividad física, el descanso, el tiempo dedicado a formación para el futuro y el contacto social son necesidades esenciales de un profesional del mundo de la traducción. Si te hacen trabajar siete días seguidos, haz que te lo paguen bien y que tenga un límite. En general, el problema de la plena disponibilidad suele ir acompañado del problema del menosprecio, por lo que muchos traductores acaban trabajando por 3 o 4 céntimos la palabra durante 14 horas al día. Necesitan mucho trabajo para poder tener un sueldo digno. A fin de mes quizás cobren 2000 euros o más. Puede parecer que cobran mucho, pero si para generar eso han tenido que dedicar todo su tiempo libre, todo el tiempo para su familia y todo el tiempo para ser persona, es un sueldo verdaderamente paupérrimo. A veces puede compensarte más no trabajar con quienes te explotan y dedicar ese tiempo de trabajo mal pagado a buscar clientes que te paguen dignamente. Te lo tienes que tomar como si fuera un trabajo, como si esas horas en las que buscas clientes de traducción son horas pagadas por aquel explotador. Verás que enseguida encuentras no una sino mil opciones.
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Mentiras para atraer la atención
Decir mentiras está mal, pero decir mentiras y que te pillen no solo está mal, sino que es verdaderamente estúpido. Si quieres captar la atención de tu potencial cliente o empleador en el mundo de la traducción y escribes un correo que se titule “proyecto importante” o “traducción EN>ES” o “URGENTE”, lo que mereces no es que te lean, sino que te eliminen y te bloqueen para siempre. Mucha gente recurre a esta táctica rastrera para mendigar la atención del destinatario. Como he dicho antes, recibimos muchísimos mensajes con solicitudes de colaboración o empleo de traductores jurados de inglés y francés, traductores especializados no jurados, correctores, etc. A eso hay que sumarle los correos que intercambiamos con los clientes y el correo basura. Ya tenemos bastante con todo eso como para que encima nos inviten a leer un correo que aparenta ser algo que finalmente no es. No pongas “traducción jurada inglés a español”. Pon “Candidatura de traductor jurado EN>ES” o algo así. Pero no juegues a captar la atención porque caerás MUY mal.
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Escribir sin que haya una oferta y no buscar clientes directos
Es uno de los errores más importantes. De la misma forma que a ti te molesta que te llame Jazztel a las 3 de la tarde para ofrecerte algo que no has solicitado jamás, a los traductores jurados o a las agencias nos llegan muchos mensajes de personas que buscan colaboraciones o empleo sin haber subido una oferta laboral o de colaboración a nuestras páginas web, o peor, cuando en nuestras webs indicamos claramente que NO buscamos colaboradores. Muchas veces indicamos un correo electrónico especial para las colaboraciones, pero por algún motivo, hay gente que entra en la web, busca rápido el primer correo electrónico que ve y manda su mensaje sin personalizar a toda prisa para poder seguir mandando los 200 correos electrónicos restantes del día a otras víctimas. ESTO NO FUNCIONA. Entrar en la web, buscar un correo rápido y no leer nada. O peor, comprar una lista de correos electrónicos de empresas y mandar correos a la desesperada, sin saber siquiera a quién se escribe. Mandar un mensaje en inglés, en francés, en suajili, cuando nosotros estamos en España y trabajamos pura y exclusivamente con combinaciones desde o hacia el español (por lo que el mensaje debería ser en español). Mandar un mensaje ofreciéndose como traductor de software cuando somos una web de traductores jurados de inglés y francés. Todo eso deja en evidencia no haber invertido siquiera un solo minuto en ver quiénes somos, a quiénes estás escribiendo. Y eso en nuestro caso particular, pero sucede lo mismo con cualquier otra web de cualquier empresa o grupo de traductores o traductores jurados. Por todo eso, la mayoría de estos mensajes acaban en la papelera y sin respuesta.
¿Entonces vale la pena dedicar tanto tiempo a la captación de clientes por correo electrónico?
Sí y no. Para nosotros es fundamental que los traductores entiendan que el tiempo que dedican a captar clientes de esta manera podría invertirse buscando clientes directos o de mucha mayor calidad, con el mismo esfuerzo, simplemente sabiendo cómo orientarlo. En nuestro artículo sobre si es mejor ser traductor jurado autónomo o agencia de traducción dejamos clara nuestra postura al respecto. No tiene por qué gustar a todo el mundo, pero creo que, en nuestra experiencia y la de nuestros conocidos, es una de las mejores opciones. Una cosa es colaborar y otra es trabajar para alguien en inferiores condiciones. Si eres un profesional, colabora. La diferencia de ingresos y de tiempo de calidad entre trabajar para alguien y colaborar con alguien es lo que te permitirá sentirte a gusto como traductor. Si algunos traductores cobran más que otros, en algunos casos será porque son mejores, pero en muchos otros será porque llevan más tiempo en el mercado, son más viejos y tienen más experiencia, por lo que se han equivocado más veces que un novato y han tenido más tiempo para conseguir buenas carteras de clientes. No permitas que tu inversión en conocimientos y tu creatividad se anclen con personas que solo quieren que trabajes rápido y barato. Muévete, habla, comparte. Que el mundo se entere de que estás ahí. Será entonces cuando consigas lo que querías, llamar la atención de los profesionales que pueden ofrecerte colaborar con ellos, no explotarte.
En lugar de enviar tu CV a agencias, crea una página web y haz marketing. Busca tus posibles clientes finales (abogados internacionales, emigrantes…) y ponte en contacto con ellos directamente o mediante consulados, foros… Vende tus servicios como un profesional. Conecta con traductores jurados. Sé responsable de tu futuro. Sé tu propio jefe.
Buen artículo! Parecen obviedades pero, precisamente por ello, no aplicar esos puntos provocan un efecto multiplicador en el error.
Felicidades.
Muchas gracias! Son en verdad consejos útiles.